domingo, 25 de agosto de 2013

133 km. a pie por el ascenso del Villarreal


Días después de producirse el descenso a Segunda, José Luis Pérez hizo su promesa: “Hacer a pie, en 24 horas, la distancia que separa mi casa –Piles, población muy cercana a Gandía– de El Madrigal”. El Submarino, el pasado mes de junio, recuperó el sitio que perdió y José Luis, Pepelu para los amigos, también iba a cumplir su parte.

Este fin de semana, coincidiendo con el primer encuentro de Liga en casa, llevó a cabo su odisea. ¡133 km. a pie y corriendo en 22 horas! ¡Aún le sobró tiempo! ¡Promesa cumplida!

Este aficionado –ataviado todo el camino con su camiseta del Villarreal firmada por Marcos Senna– ha realizado la gesta y ha llegado a tiempo para ver, de nuevo, un partido de Primera en El Madrigal. Lo mejor, lo más emocionante le llegó en dicho escenario.

Antes de empezar el choque, Pepelu saltó a pie de campo, donde la afición le dedicó una sonora y fuerte ovación. Posó con el once ideal y dedicó unas palabras a los hinchas. Un momento entrañable e inolvidable para él. Un premio al esfuerzo que ha realizado por ver al Submarino navegando, de nuevo, en Primera.



Entrevista a Pepelu

Manuel Monfort: 133 km. a pie y corriendo en 24 horas desde Piles a El Madrigal ¡Estás hecho un campeón! ¿Sientes las piernas?

Pepelu: Las piernas están muy pesadas. Los últimos km. han sido muy duros y se me ha hecho largo.

Salías de Piles, el viernes sobre las 22:00h y llegaste ayer a las 22:00h (una hora antes del Villarreal - Valladolid) a El Madrigal. ¿Podrías detallar cómo ha sido esta larga travesía?

Empecé por la Carretera Nazaret - Oliva saliendo, como dices, de Piles y pasando por Miramar, Daimús, Playa de Gandía, Xeraco, Tavernes de la Valldigna, Cullera, Sueca y sus playas, la carretera del Saler, hasta llegar a Valencia. De ahí, yendo en paralelo a la V-21 hasta llegar a El Puig y luego a Puçol y Sagunto. Una vez pasado Sagunto, ya fui paralelo a la AP7, que fue la parte más monótona y larga.

Cuando más he adelantado ha sido de noche. Después, el calor me ha hecho mucha mella y he tenido que bajar el ritmo. Suerte que desde Port Sa Playa mi mejor amigo, que iba en el coche con mi cuñado, se ha puesto a caminar conmigo y me ha acompañado durante 50km hasta que ha llegado la gente de la peña Celtíc Submarí y un compañero mío de la carrera. Ellos me han acompañado desde Moncofa para los últimos km. Ha sido una experiencia muy bonita y, aunque muy dura, me ha merecido la pena.

Habrás experimentado bastantes sensaciones durante los 133 km que has superado. ¿Qué se te pasaba por la cabeza?

Pensaba mucho en mi mujer y en mi familia. En mi madre, que me ayudaba desde arriba. También, en todo lo que me esperaba en Villarreal y las cosas que había preparado el club para mí, así como la Agrupación de Peñas.

Habrás pasado, también, por momentos de dificultad. ¿Se te ha pasado por la cabeza abandonar en algún momento de la caminata?

Abandonar no, pero ha habido un momento en que me ha dado un bajón de tensión muy grande y he tenido que parar. Gracias a la gente que me acompañaba, con una frase que se me ha quedado marcada "el cuerpo ya no puede más, pero la cabeza es la que ha de decir que has de llegar" y así ha sido. Un pasito tras otro y por inercia.


 Cuándo habrás pisado Villarreal y, por último, El Madrigal, la satisfacción habrá sido enorme.

Ha sido muy emocionante. La familia y un par de amigas me esperaban a la altura de Porcelanosa. Luego, una vez por dentro de Villarreal, la gente que me reconocía me daba muchos ánimos y ha sido todo más fácil. Una vez en la calle del estadio, con la gente animándome, y la prensa con las fotos y preguntas, ha sido muy emocionante. Una locura realizada, pero con mucha ilusión.

Siempre se dice que las promesas están para cumplirlas. Sin embargo, la tuya no era fácil. Es un largo trayecto y hay que estar en buena forma para lograrlo.

Lo intento siempre. Para hacer esta promesa he intensificado la preparación y las salidas a correr y andar. Me gusta mucho el deporte y siempre intento estar en forma.

Lo has hecho por el amor a unos colores. Concretamente, los del Villarreal. Con aficionados como tú, el club se sentirá muy satisfecho.

¡Muchas gracias! El club se ha portado muy bien conmigo. Poder estar con los jugadores, el presidente, estar dentro del campo, con toda la afición aplaudiéndome, es algo que no se me olvidará nunca. Me emociono solo de pensarlo y recordarlo.

Además, has llegado justo en la víspera del primer partido en casa de tu equipo en la temporada del retorno a Primera. ¿Qué esperas de esta temporada?

Creo que se ha hecho un muy buen equipo. Aunque se nos avisa que debe ser la permanencia el objetivo, como te leí hace unos días, ojalá podamos soñar con algo más.

Antes de empezar este choque, has saltado al verde de El Madrigal con las gradas llenas. La afición te ha dedicado una sonora ovación. ¿Qué se siente al pisar el césped en el que juegan tus ídolos y que la afición te vitoree?

Ha sido increíble. Una emoción inmensa. La conversación con el presidente y su familia. Luego, ya en el césped, con los jugadores y la afición. Era como estar en una nube. Así se lo decía a Hernán Sanz y Juan Antón, que han sido participes de mi locura desde hace tiempo.

Descansa y a reponer fuerzas. Lo necesitas. ¿Alguna promesa más para esta temporada?


Creo que, de momento, no prometeremos nada. Aunque todo es posible: una Champions es una Champions (risas).  Mejor nos quedaremos sentados en El Madrigal y vendremos en coche las próximas veces.

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