Osasuna es de Primera

La agonía de jugarse el cuello puede con la mayoría, pero no con Osasuna. Se mueve como nadie en el fango y lo ha vuelto a demostrar al salir intacto de una situación límite. Tenía que ganar sí o sí al Sevilla y, a base de sufrimiento y casta, ha logrado un triunfo (2-1) importantísimo con remontada incluida. Negredo puso las cosas feas con el 0-1 inicial, pero los golazos de Puñal y Cejudo bien valen la permanencia matemática. La próxima campaña será la decimocuarta consecutiva de Osasuna en Primera.

La temporada ha tenido un final feliz que no se vislumbraba durante buena parte de la misma. De hecho, la primera vuelta se la pasó en el descenso a excepción de tres jornadas en las que estuvo fuera de peligro. Si bien, al poco de iniciarse la segunda vuelta, reaccionó y en la jornada 22 abandonó la zona fatídica. Desde entonces, ya no ha caído a los tres últimos puestos, sobrándole una jornada para sellar la salvación.

De los menos goleados y el menos goleador

Con 46 tantos en contra, se erige como uno de los menos goleados de Primera. Es difícil marcarle, defiende bien en conjunto y, tácticamente, está muy bien trabajado. Cuenta también con el factor Andrés Fernández. Este ha realizado intervenciones de mucho mérito que han salvado puntos. Sin ir más lejos, en el reciente duelo ante el Sevilla, un paradón decisivo a Negredo en el último minuto que hubiera podido suponer el 2-2. 

Mendilibar ha sabido explotar la virtud defensiva para tapar la principal carencia: la falta de gol. No en vano, Osasuna se erige en el menos realizador de la categoría con 31 tantos. Kike Sola, con 9 goles, no solo se ha convertido en el máximo realizador, sino también en la esperanza que ha sostenido al equipo en los momentos más complicados. Ante la falta de otro referente ofensivo, Mendi ha basado supervivencia en la practicidad huyendo del esteticismo. El orden defensivo se ha impuesto al juego bonito.