La hegemonía de ‘La Roja’ sufrió
un batacazo en Maracaná. Dicho escenario y el rival invitaban a seguir haciendo
historia, pero apareció el mejor Brasil ante la peor España. El desenlace se
tornó en una goleada (3-0) que deja a la Selección sin el único título que le
falta.
Incontestable la superioridad de
Brasil, plasmada en el aspecto físico y táctico. La fuerte presión
cortocircuitó las líneas de pase necesarias para que España imponga su estilo,
propiciando que se perdieran balones en zonas peligrosas. Cuando España superó
las dos líneas de presión, se encontró con un entramado táctico bien plasmado y
una defensa ordenada. En ataque, la
‘canarinha’, con dos o tres toques y jugando con velocidad, creó mucho
peligro con balones a la espalda de la defensa aprovechando la velocidad de
Neymar.
El nuevo jugador del Barça volvió
loca a ‘La Roja’. Provocó la expulsión de Piqué, Arbeloa aún está soñando con
él y marcó un buen gol que pone de manifiesto su candidatura a mejor jugador
del mundo. Neymar, el mejor de Brasil ayer junto a Fred y Julio César. El
delantero anotó un doblete y el portero realizó varias intervenciones de mucho
mérito. Mal partido de Xavi e Iniesta, desaparecidos y borrados por Luiz
Gustavo y Paulinho. Tampoco guardará buen Sergio Ramos, al marrar una pena
máxima. Ni así pudo marcar ‘La Roja’.
Se termina así esta Confederaciones
que a mí me deja una conclusión. España brilló en la fase de grupos ante
rivales, teóricamente, inferiores. Sin embargo, cuando han tocado selecciones de nivel similar, no se ha refrendado la esperada superioridad. Contra Italia, antes
de los penaltis, el triunfo pudo decantarse de cualquier lado. En la final, se
pagó el desgaste realizado ante la ‘Azzurra’ y el tener un día menos de
descanso que Brasil. Igualmente, hay jugadores que llegaban cascados a esta
cita, arrastrando molestias. De
todos modos, estos factores no deben servir de excusa para justificar el mal partido
de la Selección.
España, después de lo que ha
logrado, se ha convertido en una referencia mundial y los rivales, cuando se
miden contra ella, tienen la motivación por las nubes por el hecho de tumbar a
la campeona. Italia y Brasil son un claro ejemplo en esta Copa Confederaciones.
Una derrota siempre viene bien para desgranar que se ha hecho mal para no
volver a caer en los mismos errores. A buen seguro que Del Bosque analizará este
3-0 para soñar con volver a Maracaná. Estaba pensando en la final, pero mejor
ser humildes y cautos e ir paso a paso. No hay final sin pasar las semifinales,
cuartos, octavos, la fase de grupos… España debe mejorar su nivel físico y
dosificar/sustituir a algún peso pesado de cara a la próxima cita de la Copa
del Mundo. Este 3-0, ¿será el inicio del fin de un ciclo o solo un tropiezo?
Esperemos que sea lo segundo…
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