Por Iván Macías
Ricardo Quaresma es de esos futbolistas que los amantes del
fútbol esperaban mucho más de él y acabó decepcionando a todos.
Después de una gran temporada en el Sporting de Lisboa, en el verano de
2003 ficharía por el Barcelona con solo 20 años. Mucho se pensaban que iba a ser
el nuevo Luis Figo en la banda del F.C. Barcelona, pero nada más lejos de la
realidad. Entre alguna lesión que otra, acabó jugando 26 partidos, consiguiendo
4 goles. Finalmente, ficharía por el Oporto después de comunicar que no jugaría en
el Barcelona siempre y cuando Frank Rijkaard fuera su entrenador.
En una liga menor como es la portuguesa volvió a estar a un gran
nivel. Con el Oporto, en 4 años, jugó 176 partidos y consiguió 35 goles. Pero
lo dicho antes, con todos los respeto a la liga de Portugal, no se puede
comparar con la de Italia, Inglaterra o España.
El Inter de Milán se haría con sus servicios después de
pagar casi 20 millones por su traspaso. Empezó con buenas actuaciones y, después
de una lesión, no volvería al nivel esperado tras un gran desembolso del club
de Milán. Luego se fue cedido al Chelsea pero tampoco brilló. Solo disputó 4
partidos.
Después de 32 partidos y 1 gol en el Inter, se iría
traspasado al Besiktas por cerca 8 millones. A pesar de demostrar que tenía
habilidad, era de los típicos jugadores que necesitaba un balón para él solo.
Una de las pruebas fue una discusión con el aquel entonces compañero Nihat. Finalmente,
después de una discusión con un gerente del club turco, sería apartado del
equipo. Su bagaje en sus dos años en el Besiktas: 21 partidos y 3 goles.
Finalmente, en enero probaría suerte en el fútbol árabe, tan
famoso por su poder económico. Fichó por un club grande de allí, el Al Ahli FC.
Su paso sería fugaz después de 10 partidos, consiguiendo 2 goles. En mayo
decidió no prolongar su contrato.
Con su selección tampoco llegó a demostrar mucho. Incluso no
llegó a ser convocado para el Mundial 2010. Si estuvo en la lista de la
Eurocopa 2012, aunque sin jugar ni un minuto.
Actualmente, con 30 años, se podría afirmar que Quaresma no
destacó en ningún equipo quitando el Oporto. Sin equipo en estos momentos, se especula
de un regresó al Oporto, un club y una liga que quizás jamás debió de
abandonar.
Es de esos futbolistas que aparece demostrando muchas
filigranas en los vídeos de Youtube. Sin embargo, eso no demuestra saber jugar
al fútbol, ni saber adaptarse a un esquema de un equipo en que prima el
colectivo por encima de lo individual.
Quizás lo volvamos a ver brillar si, finalmente, se hace su
fichaje por el Oporto. A día de hoy, se puede decir que es un jugador que ha
pasado por el fútbol sin pena ni gloria. Sobre todo para todos los equipos por
los que pasó y se gastaron una pasta por él en concepto de traspaso y ficha.
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