Aunque sellar la permanencia es
el objetivo, algo que tiene bien encaminado al tener un colchón de once puntos
con respecto al descenso, en Pucela se sueña con volver a disputar una
competición europea (Europa League, a un punto; Champions, a cuatro).
Djukic, principal artífice
El principal baluarte del buen funcionamiento de este equipo reside en la figura de su entrenador, Miroslav Djukic. Antaño gran futbolista y, actualmente, desempeñado una labor muy interesante en la pizarra. El serbio ha devuelto al Pucela a Primera y, en su regreso a la elite, no le está pesando la categoría como le ocurre, por ejemplo, al Deportivo. Djukic ha creado unos automatismos que priman en un buen funcionamiento colectivo sobre el campo apostando, además, por un estilo osado y vistoso con el balón.
Brillan Ebert y Oscar
En cuanto a los más destacados,
aparecen Ebert y Oscar. El primero, a parte de ver puerta con relativa
facilidad, genera desequilibrio por la derecha. El segundo, máximo realizador
del equipo con siete tantos, aporta llegada como enganche y facilita, también,
la asociación entre el centro del campo y la delantera. Ellos, junto a los
Víctor Pérez, Manucho, Omar, Valiente y Rukavina mantienen encendido el
circuito blanquivioleta.
Con estos mimbres, el Valladolid se
puede permitir respirar con cierta tranquilidad para firmar su objetivo de
eludir el descenso. Aunque esto sin dormirse en los laureles, puesto que una
mala racha le podría acercar a los puestos fatídicos. Sin embargo, la realidad
ahora es otra y una vez se logren los puntos necesarios para lograr la
tranquilidad, las metas se pueden reorientar. ¿Europa? Quién sabe. Lo que si es
evidente, que de seguir las buenas sensaciones, no sería imposible…
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