Es uno de esos tipos
extravagantes a los que les gusta el papel de estrella. No en vano, eso es lo
que es Zlatan Ibrahimovic, poseedor de un talento descomunal que le convierte
en uno de los mejores del mundo y artífice, también, de traspasos
multimillonarios a lo largo de toda su carrera deportiva.
Cuando se le recuerde en los años
venideros se hará referencia a su estratosferita actuación en el encuentro de
ayer. Suecia venció a Inglaterra por 4-2 con cuatro ‘chicharrazos’ de ‘Ibra’.
Cuatro tantos de todos los
colores, pero especialmente espectacular el cuarto. Miradlo vosotros mismos,
pues no tiene desperdicio y está llamado a ser el gol del año.
Considerado uno de los mejores
laterales izquierdos de los años ochenta y noventa. Brehme logró su gran gesta en
el Mundial de 1990, marcando de penalti en la gran final ante Argentina el
tanto de la victoria que le dio a Alemania la Copa del Mundo. A nivel de
clubes, también cuajó grandes actuaciones en las filas de Kaiserslautern, Inter y Bayern.
En la época de Brehme, estaba de
moda la defensa de tres centrales (un libero y dos marcadores) y dos carrileros
largos por banda. Dicho sistema beneficiaba sus cualidades al tratarse de un
lateral de proyección ofensiva, con gran llegada al área y tremendo disparo. Aunque,
tampoco descuidaba las tareas de su parcela, donde hacía gala de mucho oficio y
un férreo marcaje al adversario. Así se convirtió en un sobrio zaguero.
Leyenda de la ‘Maanschaft’
Alemania y Argentina disputaron
las finales de México 86´ e Italia´90. Brehme jugó ambas de titular. En el país
azteca, sufrió la cara amarga de la derrota (3-2) ante el mejor Maradona.
Cuatro años después, se fraguó la ‘vendetta’. A cinco minutos del final, con
0-0 en el electrónico, el colegiado decretó penalti a favor de Alemania. El
destino de todo un país corrió en las botas del entonces lateral del Inter. A
este no le tembló el pulso en el lanzamiento y firmó el tanto que le dio a su
país su tercer Mundial.
Brehme en el momento de transformar el penalti ante Goycoechea
En 86 encuentros como
internacional, anotó 8 goles. De estos, cinco llegaron en Mundiales y
Eurocopas, lo que denota su importancia en estas citas tan señaladas. Por
ejemplo, en México´86, abrió la lata en la victoria (2-0) ante Francia en
semifinales. Si bien, su último encuentro con Alemania se tiñó de negro a raíz
de la derrota (1-2) ante Bulgaria en cuartos de USA´94. Brehme, suplente ese
día, disputó los últimos siete minutos sin poder evitar la debacle. En su
tercer Mundial, mantuvo un nivel discreto.
Protagonista en el Inter ‘alemán’
En su periplo a nivel de clubes, formó
la columna vertebral de un notable Inter junto a sus compatriotas Matthäus y
Klinsmann. Vistió de ‘nerazzurro’ de 1988 a 1992 y levantó un ‘scudetto’ (1989)
y una Copa de la UEFA (1991). Su gran rendimiento se vio recompensado, en 1989,
con el premio de mejor jugador del Calcio. Antes de recalar en Italia, militó en
el Bayern Munich con el que ganó dos Bundesligas (1987 y 1988).
Del descenso a campeón de Copa y Liga con el Kaiserlautern
Brehme también jugó en el Kaiserslautern
en dos etapas distintas: 1981 a 1986 y 1993 a 1998. En 1996 sufrió las dos
caras del fútbol en tan solo una semana. De llorar por el descenso a Segunda a
celebrar el título de Copa. Su periplo en la división de plata tan solo duró
una temporada, pues volvió a Primera para lograr, contra todo pronóstico,
proclamarse campeón en 1998. El ‘Palatino’, hasta la fecha, figura como el primero
y único equipo alemán que gana la Bundesliga una campaña después de su ascenso.
Ese mismo año, se retiró con 38 años. Un adiós a lo grande con un inesperado
título de Liga.
El Zaragoza, su único lunar
Este lateral triunfó en todos los equipos por los que pasó, excepto en uno. En
el verano de 1992, aparecieron los cantos de sirena que le situaban en el
fútbol español. Barcelona y Zaragoza se lo disputaron y, finalmente, el
conjunto maño lo terminó fichando. La afición se mostró muy ilusionada con una
incorporación de tal renombre pero, tras un inicio prometedor, Brehme acabó por
desaparecer de las alineaciones. El alemán no congenió con Víctor
Fernández, por aquel entonces técnico maño, y a la campaña
siguiente volvió a Alemania para disputar su última aventura en el Kaiserslautern.
De entrenador a embajador de la DFB
Una vez colgó las botas, enfocó
su carrera como entrenador. En 2001, con el Kaiserlautern, tuvo un inicio muy
prometedor, ganando los siete primeros encuentros de la Bundesliga. Sin
embargo, tras la dimisión del entonces presidente del club, Brehme fue cesado.
Posteriormente, no triunfó en el Unterhaching, de la segunda división alemana,
ni tampoco como ayudante de Trapattoni en el Stuttgart. Actualmente, trabaja
como embajador en la Asociación Alemana de Fútbol (DFB).
Más datos sobre Brehme:
-Era ambidiestro. Dominaba bien el esférico con ambas
piernas y, de hecho, en los lanzamientos de penalti igual podía tirarlo con la
zurda que con la diestra. Por ejemplo, en 1986, en la tanda de penaltis ante
México en cuartos de final, optó por lanzarlo con la zurda; en Italia 90, ante
Argentina, con la derecha.
-En 1986, el Bayern pagó dos millones de marcos por
Brehme al Kaiserslautern, convirtiéndose en el fichaje más caro de la Bundesliga
por aquel entonces.
-Brehme hubiera podido añadir la Copa del Rey a su
palmarés. La temporada en la que estuvo en el Zaragoza, el conjunto maño llegó
a la gran final, pero cayó (2-0) ante el Real Madrid con goles de Butragueño y
Lasa. El alemán, que ya no contaba para Víctor Fernández,
no disputó dicha cita.
-Con la ‘Maanschaaft’ estuvo a las puertas de alzar la
Eurocopa de 1992. Alemania se plantó en la gran final dispuesta a alzar otro
entorchado después de proclamarse campeona del Mundo en 1990. Sin embargo, los
Klinsmann, Hässler, Effenberg y Brehme, entre otros, cayeron por 2-0 ante la
sorprendente Dinamarca. Brehme, con Alemania, ganó una final y perdió otras
dos.
ANDREAS BREHME: 09/11/1960 en Hamburgo (Alemania)
Trayectoria:
-1980-1981: Saarbrücken (Alemania)
-1981-1986: Kaiserslautern (Alemania)
-1986-1988: Bayern Munich (Alemania)
-1988-1992: Inter Milan (Italia)
-1992-1993: Zaragoza (España)
-1993-1998: Kaiserslautern (Alemania)
Palmarés:
-1 Copa del Mundo (1990)
-2 Ligas de Alemania (1987 y 1998)
-1 Liga de Italia (1989)
-1 Copa de Alemania (1996)
-1 Copa de la UEFA (1991)
VIDEO: Brehme transformando el penalti ante Argentina en la final de Italia´90
VIDEO: Inter 2-0 Roma (Copa de la UEFA 1991 que ganó Brehme)
VIDEO: Todos los goles de Brehme con el Inter
VIDEO: Marcando con el Zaragoza ante el Caen. Anteriormente, falló un penalti.
Los cracks mundiales están tan
acostumbrados a vapulear records imposibles como quien se come la paella cada
domingo. Es el caso de un Leo Messi que acaba de superar al mítico Pelé como
máximo goleador en una temporada.
‘O Rei’ alcanzó en 1958 la
friolera de 75 tantos (66 con el Santos y 9 con Brasil). ‘La pulga’, con sus
dos dianas al Mallorca, suma en el presente año 76 goles (64 con el Barcelona y
12 con Argentina). Unos registros más propios del fútbol de antaño, en el que
primaban las exhibiciones del propio ‘O Rei’, Di Stéfano o Puskas, entre otros.
Messi está llamado a tener un hueco entre ellos, con los más grandes de la
historia.
Además, presenta su candidatura para tan gran privilegio sin hacer ruido fuera del
campo. Él habla sobre el rectángulo de juego, donde sortea rivales con sus
precisos regates y besa las porterías contrarias con sus ajustados disparos. En
sus primeros años como azulgrana, se desempeñaba de extremo derecho hasta que
Guardiola lo situó de falso nueve. Ahí ha gozado de la más absoluta libertad de
movimientos, traduciéndose en unos registros que han superado hasta los de la
mejor temporada de Pelé.
Con tan solo 25 años, presenta un
palmarés inigualable plagado de Champions, Ligas, Copas del Rey y Balones de
Oro, entre sus principales títulos. Aún restan muchos años de Messi y, por lo
tanto, de grandes actuaciones. En la retina tiene engrosar sus entorchados y,
ante todo, hacer historia con Argentina como lo hizo Maradona. Este último ganó,
prácticamente, él solito el Mundial de México´86. Leo no pierde de vista la
cita de Brasil 2014. Qué mejor escenario para lucirse que en territorio
enemigo.
La pasada temporada, perder dos
finales no le eximió de realizar un gran papel. Sucumbió en la Europa League y
en la Copa del Rey por 3-0 ante Atlético de Madrid y Barcelona,
respectivamente; pero en la retina quedan grandes exhibiciones ante el
Manchester United, Schalke y Sporting de Portugal. Esta campaña, arrancaba con
ganas de rescribir la historia y levantar algún título. Sin embargo, la
realidad está siendo otra y lo peor de todo es que el Athletic no levanta cabeza.
De una dulce temporada, la anterior, a una amarga, esta, que se está erigiendo
como una pesadilla para la hinchada.
En la Liga Europa, lo tiene más
que negro para pasar de ronda. Tras caer ante el Lyon, suma un punto en cuatro
jornadas y cierra el Grupo I. Ahora, necesita ganar los dos encuentros que le
restan y que el Sparta de Praga (segundo, a seis puntos del Athletic) pierda
ambos para tener opciones. En la Liga (decimocuarto clasificado) la situación
tampoco es la esperada. Aún así, una buena racha le podría acercar a puestos
europeos, objetivo que tiene a seis puntos. No obstante, la realidad es otra,
ya que el descenso asoma a dos puntos, por lo que no puede descuidarse para no
caer en la boca del lobo.
¿Por qué este drástico cambio?
La causa de dicho desplome podría
tener una raíz extradeportiva que ha podido afectar, sobremanera, a la índole
deportiva. No obstante, también hay motivos meramente futbolísticos, como son
los casos de Javi Martínez y Llorente.
He aquí las principales razones:
-Mala relación
Urrutia - Bielsa: Pese a que el presidente haya afirmado que su relación
con el ‘Loco’ es “normal y cordial”, la realidad parece ser otra. Desde el
verano pasado, a raíz de los problemas del técnico con las obras de Lezama, su ‘feeling’
se ha enfriado. El técnico argentino no se siente completamente respaldado y,
desde los despachos, se está empezando a dudar de su labor.
-Filtraciones en
el vestuario: Hasalido a la luz
la bronca que Bielsa le dio al plantel después de perder la final de Copa ante
el Barça. Marcelo achacó a los suyos una actitud indolente, dejando bien claro
que eran unos privilegiados y que no podían sentirse como si nada hubiera
ocurrido. Este hecho denota que, en el propio vestuario, hay quién (el topo) no
se siente a gusto con su actual entrenador.
-La baja de Javi
Martínez: Dejó en las arcas una cuantía muy considerable, 40 millones de
euros. No obstante, su baja también se ha traducido en un vacío deportivo pues
en defensa, zona donde lo utilizaba Bielsa, se ha perdido la seguridad y la
facilidad para sacar el balón jugado que imprimía el navarro.
-El nuevo rol de Llorente:
Cuando anunció que no iba a renovar su contrato, se especuló con la
posibilidad de traspasarle para hacer caja. Llegaron ofertas, pero Urrutia no
se mostró dispuesto a vender. El ariete se ha quedado pero su papel ha pasado
de ser indiscutible a suplente. El gran momento de Aduriz le ha cerrado las
puertas. De todos modos, esta razón no quita ápices al debate de jugar o no con
dos puntas (Fernando y Aritz) en el frente ofensivo.
En ocasiones, se logra crear un
caparazón que no permite que lo extradeportivo afecte en lo meramente
deportivo. Aunque, como en esta ocasión, la mayoría de las veces no es así. Las
próximas semanas serán vitales y desgranarán si el Athletic reacciona o no.
Entre tanto, de no enderezar la
situación, Marcelo Bielsa podría ser cesado de su cargo. En los últimos días,
ha salido a la palestra Luis Fernández, viejo conocido de la casa. Muchos
aficionados, cansados del técnico argentino, apuestan por la vuelta del
‘machote’ a San Mamés. ¿Urrutia también?
Parecía que esta iba a ser una
temporada aciaga por los diversos problemas que asolaron en pretemporada:
impagos a la plantilla, una posible venta del club, la marcha de pesos pesados,
la larga lesión de Baptista… Pero, lejos de venirse abajo, el vestuario se ha
abstraído de los factores extradeportivos para firmar un arranque muy
ilusionante, rubricado con la clasificación para octavos de final en la Liga de
Campeones.
El Málaga no ha pecado de novatoen su estreno en la Champions. Al
contrario, se ha mostrado firme, seguro y ha mostrado siempre un precioso juego
que le ha permitido seguir adelante a falta de dos jornadas para la
finalización de la liguilla. Se las ha hecho pasar canutas a todo un Milan que,
aunque venido a menos, solo ha podido empatar (1-1) en San Siro ante el
conjunto blanquiazul. De La Rosaleda no ha salido vivo (1-0), al igual que el
Zenit (3-0). A domicilio, el Málaga también firmó una contundente victoria
(0-3) ante el Anderlecht. Ahora, le queda asegurar la primera plaza, un
objetivo factible.
Isco y Joaquín, los principales abanderados
Después de desprenderse de
Cazorla, el técnico le ha dado galones a Isco, que se ha convertido en la joya
de este equipo. Está maravillando a Europa con sus grandes exhibiciones,
siempre rezumadas con clase. Su fuerte tren inferior, unido a su técnica, le
permite desbordar a su par y sacarse de la chistera precisos pases al hueco.
Otro que también está en un momento dulce es Joaquín. Alejado de la banda
derecha, ha asumido a la perfección su rol como segundo delantero. Joaquín e
Isco, unido a la solvencia defensiva (solo un gol encajado en Champions), son
los secretos de este gran Málaga.
¿Repetirá Pellegrini la gesta del Villarreal?
Pellegrini, nuevamente, ha
mostrado sus grandes credenciales como técnico. Con el Villarreal ya vivió una
experiencia similar, pues en su estreno en la Champions no solo lo clasificó
para octavos, sino que consiguió llegar hasta semifinales. Ahora, con el
Málaga, ya ha superado la fase de grupos. ¿Se puede repetir la gesta que logró
con el ‘submarino amarillo’? Sin nada que perder y mucho que ganar, el chileno
no se marca topes y buscará escribir otra página de oro. En la capital de la
Costa del Sol tienen motivos para ilusionarse. Con Pellegrini al mando, los
sueños se pueden hacer realidad.
Considerado uno de los mejores
laterales izquierdos de los años ochenta y noventa. Brehme logró su gran gesta en
el Mundial de 1990, marcando de penalti en la gran final ante Argentina el
tanto de la victoria que le dio a Alemania la Copa del Mundo. A nivel de
clubes, también cuajó grandes actuaciones en las filas de Kaiserslautern, Inter y Bayern.
Este lateral triunfó en todos los equipos por los que pasó, excepto en uno. En
el verano de 1992, aparecieron los cantos de sirena que le situaban en el
fútbol español. Barcelona y Zaragoza se lo disputaron y, finalmente, el
conjunto maño lo terminó fichando. La afición se mostró muy ilusionada con una
incorporación de tal renombre pero, tras un inicio prometedor, Brehme acabó por
desaparecer de las alineaciones. El alemán no congenió con 
